Publicado - Sun, 22 May 2022
La victoria contra los cartagineses en el 202 a.C. proporcionó a Roma el control de mediterráneo y por tanto la posibilidad de conquistarla Península Ibérica.
Las guerras celtibéricas se desencadenaron como consecuencia de las acciones de los habitantes de Segeda (en el Poyo de Mara, provincia de Zaragoza, a 12 km de Calatayud), que comenzó a reorganizar su territorio y a recrecer la muralla. Los romanos interpretaron esto como una rotura del tratado de Graco, que había pactado con las ciudades indígenas del valle del Ebro, un acuerdo de paz en el año 179 a.C., por el que se comprometían a no construir ciudades nuevas, ni a fortificar las existentes.
Roma envió contra Segeda un ejército de 30.000 hombres, al frente del cónsul Fulvio Nobilior, los segedenses al no tener acabada la muralla, abandonaron su ciudad y fueron a pedir ayuda a Numancia, que los acogió como aliados y amigos y así Numancia fue arrastrada a la guerra.
La guerra se prolongó a lo largo de más de veinte años, pero será desde el 143 a.C. cuando Numancia, “la ciudad más poderosa de los arévacos” al decir del historiador romano Apiano, se erigió en el Alto Duero como protagonista exclusiva de la resistencia indígena, hasta su destrucción en el verano del año 133 a.C.
Cuando Numancia cae es cuando se crea el gran mito de esta ciudad, los numantinos resistieron durante 20 los envites de varios generales romanos, de 7 cónsules, donde continuamente derrotaron a sus ejércitos y donde finalmente Roma manda a su mejor general Publio Cornelio Escipión que con un ejército de sesenta mil hombres y su táctica del cerco va a lograr conquistar la ciudad.
De acuerdo con las cifras, según los autores, Roma pierde entre sesenta y ochenta mil hombres y el propio historiador Cicerón nos dice que en el 137 a.C. ya era considerada como “el terror de Roma” e indica que “la juventud romana no quería ser enviada a luchar contra ellos”.
Numancia se consideraba en aquella época como uno de los grandes enemigos de Roma y esto queda reflejado en que Numancia, después de Roma, es la ciudad que más citan los autores romanos, durante más de cinco siglos es citada por más de 70 autores en más de 300 ocasiones.
Estos autores citaban Numancia porque era ejemplo de moral, de gente que mantenía la palabra dada, de gente que era hospitalaria con el extranjero, valerosa en el combate que nunca rehusó a él, es decir, un conjunto de valores morales que los romanos admiraban.
Y lo que hace que se genere el gran mito es la caída de Numancia, Escipión da la posibilidad de rendirse a los numantinos, esto significaba conservar la vida pasando a ser esclavos de Roma. La mayor parte de los numantinos toman otra decisión, mantener su libertad hasta sus últimas consecuencias, hay un suicidio colectivo, una hecatombe final y esto hace que Escipión solo pudiese recoger cenizas de la ciudad.
Termina de este modo la ciudad y comienza el mito.
A partir de ese momento la historia es repetida por numerosos historiadores, no solamente romanos, y mantenida a lo largo del tiempo como por ejemplo en la Numancia de Cervantes, llegando hasta nuestros días y nombrando por ejemplo un tipo de defensa numantina que podemos escuchar en los comentarios de fútbol.
Desde 1999, coincidiendo con la inauguración del Aula Arqueológica sobre "El Cerco Romano de Numancia", se inició la representación escénica de episodios de las Guerras Numantinas. Este éxito justifica la continuidad de estas representaciones con carácter permanente, creándose la Asociación.
El germen de la Asociación Cultural Celtibérica Tierraquemada se encuentra en el año 1999, cuando se inaugura en el pueblo de Garray, localidad situada al pie del yacimiento de Numancia, el Aula Arqueológica sobre el “Cerco Romano de Numancia”, expresión clara de la unión de los habitantes del pueblo de Garray encabezados por su alcalde Ricardo con el yacimiento de Numancia personificado en su equipo arqueológico.
Uno de los actos de esta inauguración fue la primera representación escénica de los episodios de las Guerras Numantinas, que alcanzó gran repercusión social y mediática. Este éxito justificó la necesidad de hacer permanente estas representaciones populares.
Para ello se crea en el año 2003 la Asociación Cultural Celtibérica “Tierraquemada”, con el fin de a través de la reconstrucción histórica, establecer lazos de contacto entre el trabajo científico de los arqueólogos y su presentación didáctica, poniendo, así, al alcance del todo el mundo el sueño universal de hacer revivir el pasado.
FINALIDAD
El objetivo de difusión del Patrimonio Cultural Numantino y Celtibérico, queda reflejado en diferentes actividades de reconstrucción histórica y escenificación de los episodios de las Guerras Numantinas, la ambientación del yacimiento arqueológico de Numancia y Museo Numantino, y el proyecto Keltiberoi. Estas actividades se proyectan más allá de la provincia con la participación de la Asociación en diferentes ciudades y eventos de reconstrucción histórica a nivel nacional.
Para llevar a cabo estas reconstrucciones históricas con del rigor científico necesario, esta Asociación cuenta con el asesoramiento del Equipo Arqueológico de Numancia, centrándose sus principales actividades en la presentación de los modos de vida del mundo celtibérico y romano, como elementos enfrentados y complementarios, pero imprescindibles, para entender la historia numantina y celtibérica.
La documentación para la reconstrucción de la Historia de Numancia procede de diferentes ámbitos, fundamentalmente los textos clásicos (Numancia es citada en más de trescientas ocasiones por setenta autores distintos), donde los historiadores grecolatinos narran desde su óptica la conquista de este territorio; y la arqueología, base esencial de la para poder reconstruir la cultura material de los pueblos del pasado. En Numancia poseemos un “unicum”, la cerámica numantina, donde con una estética muy particular nos representan elementos esenciales de su modo de vida, tradiciones, ritos, etc… dando importantes aportes sobre su vestimenta y armamento.
Sat, 28 May 2022
Sun, 22 May 2022
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